ARTE Y MODELISMO NAVAL
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CONSTRUCCIÓN

CAÑON DE MARINA.

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En esencia, la artillería naval del s. XVIII, no había experimentado cambios apreciables respecto del siglo anterior. Los cañones continuaban siendo cargados por la boca y afianzados a las amuras de los barcos mediante juegos de poleas y “bragas” que amortiguaban el retroceso de toda la pieza al disparar. Se componía del tubo fundido en hierro o bronce y la cureña, formada por varias piezas de madera unidas por pernos de hierro. Dichas piezas eran: (1) la gualdera, (2) la banqueta, (3) la almohada y (4) la cuña de puntería. Estos elementos se montaban sobre dos ejes con ruedas de madera y el telerón que soportaba el peso del cañón por el eje de los muñones.
Había varias maneras de “trincar” los cañones en las travesías, como eran el abatiportado y el abretonado. Del primer modo, el cañón completamente dentro del barco, se ataba por medio de fuertes maromas apoyando la boca sobre la porta correspondiente. De la segunda manera se ataba de lado a la amura. En cualquier caso se trataba de que las piezas no rodaran con mar fuerte, evitando el peligro de que alguna se soltara y arrastrara a las demás.
En los dibujos ofrecemos un plano de cañón español del siglo XVIII, (DIBUJO1), así como las maneras más corrientes de trincar las piezas (DIBUJO2).
Los navíos se clasificaban según el número y calibre de los cañones. Cada marina tenía su propia clasificación en clases, órdenes o rangos. En España se clasificaban en cuatro clases:
1.ª más de 90 cañones.
2.ª de 70 a 90,
3.ª de 60 a 70,
4.ª de menos de 60.
El tamaño de los cañones no dependía del calibre sino del peso de las balas en libras, y las había de 36, 24, 18 y 12, colocándose los de mayor peso en los puentes inferiores y los de menos en los superiores.
Construiremos un cañón en madera ofreciendo la alternativa de fundirlos todos en plomo, incluida la cureña. El mismo molde puede ser utilizado para reproducir las piezas en resina. También se incluirán los accesorios más comunes para la limpieza y funcionamiento del cañón, como son cucharas, atacadores, botafuegos...


Partiendo de los planos es fácil la construcción de las cureñas de madera, basta copiar sobre papel vegetal o hacer una plantilIa de cartulina de las distintas piezas y calcar sobre la madera. Si la cureña va a ser pintada de rojo, se puede utilizar contrachapado. De lo contrario es mejor utilizar maderas rojizas de calidad.
El corte de las piezas no debe ser absolutamente limpio, aunque respetando las formas esenciales para simular el desgaste de la madera, e incluso se puede hacer alguna grieta con la cuchilla.
Por separado se colocarán los elementos metálicos en cada una de las piezas, como son los clavos, pernos, argollas, cadenas, sotrozos, etc.
Los aros de hierro de las ruedas pueden hacerse con estaño o cartulina pintada en negro. El mango de la cuña de apuntar es una cabilla de latón o de madera. Las ruedas son rodajas de un listón redondo.
El tubo del cañón puede encontrarse en el mercado a escala aproximada a 1/48 ó 1/50. En este caso se ha torneado una madera y se ha utilizado para hacer un molde y fundido en plomo.
Para realizar los moldes, hemos utilizado el procedimiento del caucho de silicona roja.
Se han realizado dos moldes, uno para el cañón a escala 1/35 y otro para la escala 1/50. En este último hemos aprovechado para incluir atacadores, cubos y balas.
Como ya sabemos, hay que tener gran precaución para que el molde salga correctamente, evitando piezas demasiado complicadas que podrían romperlo al extraerlas.
fotos 127-128-129. Estas son las distintas piezas del cañón en madera y metal. Se repetirán tantas veces cuantos cañones sean precisos, En este caso se han utilizado como originales para la confección de moldes y así obtener las piezas en plomo.
foto 130. La cureña montada. Observar cómo los accesorios metálicos han sido adaptados para el molde. Las cadenas y argollas son difíciles de obtener en plomo, por lo que el modelista deberá optar por dejarlas puestas o pegar las directamente al metal.

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fotos 130 a 134.
El cañón torneado en madera. Tanto el tubo como la cureña que aparecen en las fotos están a escala 1/35.
La cuña de apuntar cuyo mango es una cabilla y las sobremuñoneras de metal.
El cañón montado a escala 1/35. Observar cómo se ha procurado desgastar algunas partes de la cureña, simulando, además, algunas grietas en la madera. El cañón una vez torneado se ha golpeado ligeramente con un pequeño martillo para darle un aspecto, una vez fundido, de bronce batido.
fotos 135 a 139. El molde del cañón a 1/35 en dos partes. En la boca se ha colocado una pieza metálica en forma de cono para que en la pieza fundida aparezca delimitada.
El cañón a escala 1/50 con todos sus accesorios.
El molde de este mismo cañón con y sin sus piezas originales.
foto 140 a 143. La primera pieza en plomo. Es el momento de rectificar aquellas partes del molde que peor reproduzcan el original. El cañón a 1/35 con las piezas originales en el molde.
Las piezas listas para su preparación.
El primer cañón montado para ver su efecto.
fotos 144-145. Lo mismo en el cañón a escala 1/50.
Según el tamaño de la pieza que queramos reproducir, podremos hacer el molde con más o menos elementos. En este caso el molde para 1/50 da cabida a gran cantidad de accesorios. De todos modos cuantas menos piezas tenga más fácil será la reproducción.

Preparación de las piezas para la pintura.

fotos 146 a 149. Primero se eliminarán todas las rebabas de las piezas con la cuchilla y la lima, se lijarán con lija fina y los tubos con lija de agua, frotándolos con una guata para terminar de pulirlos. También, en esta fase, se pueden introducir mejoras en los cañones como añadir alguna grieta o eliminar algún elemento. Es fácil que cáncamos y argollas no salgan enteros del molde, por lo que en estos casos se cortarán los sobrantes y se realizarán taladros para meter otro nuevos. Después se pegarán las piezas con Loctite.
Por último puede darse una imprimación de pintura blanca o gris antes de pintar definitivamente.
Pieza a escala 1/48 completamente acabada y montada. Puede lavarse con jabón antes de proceder a su pintura.
Parte de los cañones a 1/35. En conjunto el peso de toda la artillería en plomo a esta escala pesa más de 3 kg.
No se debe pasar por alto el lijado y preparación de las piezas para su pintura. Recomendamos que cuando se deje de trabajar el plomo, se efectúe un lavado de las manos con agua y jabón abundante, y mientras se manipula no tocar alimentos ni llevarse los dedos a los ojos y la boca.

PINTURA DE CAÑONES Y CUREÑAS.


fotos 150-151. Los cañones y sus cureñas son de las pocas piezas que vamos a decorar
utilizando pintura, puesto que el plomo en que están realizadas obviamente no resulta decorativo, solamente si la cureña fuera de madera y el cañón de auténtico bronce nos servirían sin pintar, aunque siempre seria necesario aplicar una patina que envejeciera a ambos.
Preparar la mezcla de bronce viejo y verde.
Aplicar la mezcla sobre el cañón.
fotos 152 a 158. A pincel seco barrer con oro las aristas y la parte central entre aros.
La cureña se pintará con marrones y ocres, rojo y verde, buscando tonalidades a la madera. Primero se ha aplicado una base marrón oscuro y sobre ésta se ha jugado con verde, rojo y ocres claros.

En primer lugar hay que decidir si queremos cañones de bronce o de hierro. En el último caso se pintará primero de negro y después se frotará con grafito. Si se decide imitar bronce podemos utilizar este procedimiento: mezclaremos negro y oro a partes iguales. Puede utilizarse más negro que oro pero no al revés. Después el color obtenido será mezclado con una tercera parte de verde, aumentando o disminuyendo la proporción de este color según la intensidad de oxidación que se quiera simular. Por último con oro y a pincel muy seco resaltaremos los aros del cañón y las partes que más desgaste debían sufrir. Una vez seca totalmente la pintura, se puede frotar suavemente con una guata para pulir la superficie.

Pintura de cureñas. Todas las piezas de madera se pintarán con ocres de distintos tonos y mezclas de rojo y verde. Los ocres más claros y brillantes se aplicarán en los bordes y zonas de mayor uso, y los más oscuros dentro de las grietas y rincones. Todas las piezas metálicas se pintarán de negro. Si las cureñas se pintan de rojo pueden matizarse con negro betún judaico algo diluido en aguarrás.El cañón ha sido pegado sobre su cureña. Cadenas y demás elementos metálicos se pintarán de negro.
Colocadas y pegadas las sobremuñoneras se repasará toda la pieza para dar luces en ciertos lugares o crear sombras buscando efectos para hacer el cañón lo más atractivo posible.

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ESTRUCTURA
FORRO DEL CASCO
CASCO 1
CASCO 2
ESPEJO
CAÑÓN NAVAL
CUBIERTAS
ACCESORIOS
MASCARÓN
ARBOLADURA
JARCIA FIRME
JARCIA DE LABOR
CHALUPA